ALGO MÁS QUE UNA SIMPLE ABSORCIÓN...





En el día de ayer, se anunció que el Consejo de Administración del Banco Santander había decidido absorber a dos importantes sociedades filiales: Banif (entidad especializada en banca personal y gestión de patrimonios) y Banco Español de Crédito (BANESTO). Aunque desde primera hora de la mañana ya se conocía la noticia (http://www.lavanguardia.com/economia/20121217/54358050893/banco-santander-estudiara-hoy-la-fusion-por-absorcion-de-banesto.html), la misma no quedó confirmada hasta el momento en que, pasadas las diez y media de la mañana, el Banco Santander remitió el Hecho Relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y proporcionó información adicional sobre cómo se iba a realizar el proceso:


2.- Comunicación de la unificación de marcas comerciales en España (10:41): http://www.cnmv.es/Portal/HR/verDoc.axd?t={74fb18cf-74a7-4c0d-8ea0-601b68d162c4}

3.- Presentación del proyecto de fusión por absorción (15:16): http://www.cnmv.es/Portal/HR/verDoc.axd?t={a2553444-abfd-4df0-b48b-26566f908849}

En principio, puede parecer una noticia menor que el Banco Santander absorba dos filiales que ya formaban parte del grupo desde 1991 (en el caso de Banif) y 1994 (en el caso de Banesto), respectivamente. Sin embargo, creo que el hecho tiene más enjundia de la que parece. Hay dos aspectos que conviene destacar:



1.- Resulta llamativo que, tras haber mantenido la independencia de ambas marcas durante un período que ronda los veinte años (21, en el caso de Banif; 18, en el caso de BANESTO), sea ahora cuando se haya decidido que sean absorbidas por la entidad matriz. Que se haya mantenido la independencia de las marcas es algo normal dentro de la estrategia del grupo. Al tener las mismas arraigo y reconocimiento, podían ser vendidas, en un momento dado, si la operación fuera rentable (un artículo de S. Mccoy ya apuntaba el carácter casi de capital-riesgo -private equity en terminología inglesa- con que actuaba el Santander con sus activos: http://www.cotizalia.com/opinion/valor-anadido/2012/02/27/pero-mccoy-que-es-de-verdad-el-santander-6697/). Respecto a BANESTO, las opciones pasaban, precisamente, por su venta, por su participación en la adquisición de una de las cajas nacionalizadas (Catalunya Caixa era la gran candidata) o por su integración, a todos los efectos, dentro del grupo. Que haya sido esta última opción la elegida, tiene que ver con que no hayan llegado ofertas por BANESTO que alcanzaran el precio mínimo exigido (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/12/18/santander-se-come-banesto-tras-no-encontrar-socios-al-precio-exigido-por-botin-111377/) y con la caída de beneficios del banco absorbido, que son la quinta parte de lo que eran hace una década, hasta el punto de que ha tenido que realizar operaciones intragrupo -venta de la filial de seguros, de la gestora de fondos y de la inmobiliaria al Santander- para no incurrir en pérdidas (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/12/18/banesto-gana-hoy-la-quinta-parte-que-hace-una-decada--111375/). Como consecuencia de ello, la presión del Banco de España para la adopción de medidas al respecto también ha influido (http://vozpopuli.com/empresas/18830-la-presion-del-banco-de-espana-y-la-falta-de-comprador-extranjero-obligan-a-botin-a-comerse-banesto).

Con el proceso de fusión que se va a abordar, la intención obvia es reducir costes de estructura (operando con un solo centro corporativo e integrando estructuras intermedias y cada uno de los back-office). Ya se ha anunciado que se cerrarán casi 700 sucursales, aunque no se ha concretado el número de despidos que se van a producir (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/12/17/botin-oculta-el-numero-de-despidos-y-advierte-que-afectaran-a-todo-el-grupo-santander-111342/).

A estas alturas, convendría reformular la opinión que se va generalizando sobre la situación de nuestro sistema financiero. Se tiende a decir que la única causa de su crisis actual es la politización de las cajas de ahorros. Ello es una verdad a medias. Primero, porque también ha habido bancos (como el Banco Pastor, el Banco Popular y, ahora, como hemos podido ver, BANESTO) que han tenido problemas. Segundo, porque, si nos fijamos a nivel internacional, ni Bear Stearns ni Lehman Brothers en Estados Unidos, ni Northern Rock, HBOS, Royal Bank of Scotland, Lloyds TSB o Barclays en el Reino Unido, ni Bayern LB o Hypo Real Estate en Alemania, ni KBC ni Fortis en Bélgica, ni Dexia en Francia, Bélgica y Luxemburgo, ni ING en Países Bajos, ni el Anglo Irish Bank en Irlanda, ni el Kaupthing, el Landsbanki y el Glitnir en Islandia, ni el BPN en Portugal (por citar sólo algunas de las entidades que han atravesado situaciones problemáticas) eran, obviamente, cajas de ahorros. Más bien, existe una serie de causas generales que han llevado al sistema financiero mundial a una situación de crisis y los equipos directivos de las cajas de ahorros, insuficientemente profesionalizados, fueron incapaces de afrontar la misma con un mínimo de rigor. El matiz es importante porque esas causas generales siguen existiendo y la desaparición de las cajas de ahorros no ha acabado con ellas. Creo que las claves fundamentales siguen siendo la ignorancia sobre cómo gestionar un patrón monetario fiduciario (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2011/10/rio-arriba-o-cual-es-el-origen-de.html) y una regulación financiera claramente inadecuada (con posterioridad, incidiremos en los aspectos a tratar en el caso español). La estrategia que va a seguir el Grupo Santander y la identificación de las causas que le han llevado a ello no hacen más que reforzarnos en esa opinión.

2.- Esta decisión supone ahondar en el proceso de concentración que, como hemos apuntado en ocasiones anteriores (p. ej. en http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/12/y-como-va-esto-lo-de-la-piramide-quiero.html), está caracterizando la reestructuración del sistema financiero español desde el inicio de la crisis. Recordemos que el BBVA ha absorbido UNNIM (fusión de Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa), Caixabank ha absorbido Banca Cívica (fusión de Caja Navarra, CajaCanarias, Caja de Burgos y Cajasol), el Banco Popular ha absorbido el Banco Pastor y el Banco Sabadell ha absorbido la Caja de Ahorros del Mediterráneo. En Kutxabank (resultante de la fusión de las tres cajas vascas) se integró la antigua Cajasur (vía Bilbao Bizkaia Kutxa). En Liberbank (fusión de Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria), está integrada la antigua Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha (vía la caja de ahorros asturiano). Bankia integró a Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia. Dadas las restricciones que ha impuesto la Comisión Europea a su operatoria como condición a su rescate, mi opinión es que acabará integrándose en alguna de las tres grandes (Santander, BBVA o Caixabank). Unicaja está en vías de integrar a CEISS (fusión de Caja España y Caja Duero). En relación al resto de cajas de ahorros, Catalunya Caixa y Novacaixagalicia serán absorbidas por otras entidades y el futuro de Banco Mare Nostrum (fusión de Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra) y Caja3 (fusión de Caja Badajoz, Caja Círculo y Caja Inmaculada) está por decidir. Es decir, a día de hoy, resulta verosímil un escenario donde sólo existan SIETE entidades importantes (Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Popular, Unicaja, Liberbank y Kutxabank) con la presencia complementaria de las cooperativas de crédito (básicamente, cajas rurales). Y no es descartable, si se imponen niveles mayores de capitalización, que el número pueda quedar en CUATRO más las cooperativas de crédito. Una situación de este tipo, sin entidades alternativas que tengan una presencia significativa en determinados segmentos de financiación (por ejemplo, crédito a empresas, crédito hipotecario, crédito al consumo...) y con un desarrollo de los mercados financieros mucho menor que en otros países (especialmente, los anglosajones), me parece altamente preocupante en términos de potencial elevación de costes para los usuarios, de restricción de los flujos crediticios y de poder (en el sentido más amplio que puedan imaginar) de las entidades financieras sobre el país. Y, como hemos repetido muchas veces, el tener un reducido número de entidades bancarias no es sinónimo de solvencia de las mismas. Islandia sólo tenía tres y ello no fue óbice para que todas fueran a la bancarrota. Y este temor se ve reforzado porque, en última instancia, no se han aprobado normas que impidan las condiciones que se dieron durante la etapa de la burbuja inmobiliaria. Es decir, los mecanismos que hicieron posible tal burbuja podrían volver a repetirse en la nueva etapa de crecimiento, ya que no se han reformado los criterios de elaboración de las tasaciones de inmuebles y ni se han establecido disposiciones en relación a la duración de los préstamos hipotecarios ni en relación a las titulizaciones (es decir, estamos hablando de los tres elementos fundamentales que, desde el sistema financieros, alimentaron la burbuja).

Como ven, la decisión de ayer del Banco Santander sirve para reforzar una directriz que no considero, en absoluto, positiva.



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